miércoles, 22 de agosto de 2012

La decisión de Christine Daae- El fantasma de la Opera

Hace poco volví a ver El fantasma de la Opera (la del 2004 que es la del musical de Andrew Lloyd Webber) que vi por primera vez tras haberme leído el libro (el cual me encanto) y que por tanto me decepciono muchísimo, ya que como suele suceder no quedaba nada de los detalles que me habían hecho amar tan profundamente al fantasma. Sin embargo, me anime a volver a ella pensando que ahora sin el libro tan reciente podría disfrutar de la película. Y no estaba del todo equivocada, ya que a pesar de que algunas canciones se me hacen muy repetitivas, otras me parecen geniales como “The music of the night” y “The point of no return” . Para quien no sepa nada de la historia hare un pequeño resumen, aunque avisó de que probablemente incluiré unos cuantos Spoilers: en la Opera de Paris habita Erik, un alma atormentada y con el rostro desfigurado que se hace llamar El fantasma de las Opera y que es un apasionado de la música como demuestra al enamorarse de la joven cantante Christine Daae quien piensa que es una especie de ángel que le ha enviado su padre ya fallecido. Gracias a las enseñanzas del fantasma (y a un par de “accidentes”) Christine tiene la oportunidad de demostrar su talento en la Ópera y conquistar a todos con su increíble voz, incluido su amigo de la infancia el vizconde Raoul de Chagny. Al fantasma no le hace ninguna gracia esa atención que recibe Christine de parte de un joven encantador y rico como es Raoul, así que se lleva a Christine, con su consentimiento, a la guarida subterránea donde vive. Allí la muchacha descubre la deformidad del fantasma, pero aún así sigue sintiendo un gran afecto por él, ya que después de todo era quien le había enseñado a cantar. Así se nos plantea un triangulo amoroso de lo más interesante, por un lado tenemos a Raoul quien está perdidamente enamorado de la cantante y además está dispuesto a casarse con ella, aún a riesgo de despertar la ira de Erik (que no es pequeña) y por si fuera poco también es un aristócrata, guapo y adinerado. Él le ofrece un mundo luminoso, inocente y respetable, lejos de los peligros y las pasiones de la opera. Mientras que Erik a pesar de su rostro monstruoso es capaz de amar y de crear una música de una belleza embriagante que tiene algo casi místico. En la película su voz es la más impactante de lejos y cuando canta “The music of the night” Christine parece caer en una especie de éxtasis. La canción parece invitarla a olvidarse del mundo físico y sus limitaciones. Es una relación mucho más sensual que parece querer despertar sus sentidos y oscura porque le hace alejarse de lo que los demás esperan de ella.
Creo que a la mayoría de las personas les gustaría más vivir un romance del segundo tipo (yo incluida), si le quitáramos a nuestro Erik las taras de la locura y la deformidad. Pero no se puede tener todo y estas imperfecciones hacen de la historia algo mucho más hermoso y trágico. De hecho a mi me gusto muchísimo más el Fantasma del libro que se percibe bastante más demente que el de la peli por ese componente tan humano que tiene. Al igual que otros personajes marginados antes de él solo desea ser amado, e incluso le ofrece a Christine lo mismo que su Raoul en una ocasión de una manera que casi me rompe el corazón: “–¡La misa de los muertos no es alegre! –prosiguió la voz de Erik, mientras que la misa nupcial es espléndida, magnífica. Es preciso tomar una resolución y saber qué es lo que se quiere. No quiero seguir viviendo así, bajo tierra, en un agujero, como un topo. “Don Juan triunfante " ya esta terminado. Ahora quiero vivir como todos, quiero tener una mujer como todo el mundo. He inventado una máscara que me permite tener una cara como cualquier otro. Ni se volverán para mirarme. Y tú serás la más feliz de las mujeres. Y cantaremos para nosotros solos hasta hartarnos. ¿Lloras? ¿Tienes miedo de mí? Sin embargo, en el fondo, no soy malo. Ayúdame y verás. ¡Sólo me ha faltado ser amado para ser bueno! Si tú me amaras sería manso como un cordero y harías de mí lo que quisieras” Esta declaración de Erik de su deseo de normalidad me pareció profundamente conmovedora al igual que imposible. De alguna manera tú sabes que ese pobre hombre que después de dar vueltas por el mundo para acabar viviendo bajo tierra no va a salir triunfalmente para vivir una vida idílica en una casita. Las cosas no funcionan así. No hace falta decir que Christine eligió a Raoul, lo eligió de una manera tan profunda y definitiva que se ofreció a ser la esposa de Erik para salvarle la vida. Por fortuna Erik la amaba de verdad y la dejo ir. ¿Por qué tomo la joven esta decisión? Tal vez porque era muy joven y prefería un amor más inocente, mientras que la desgarradora intensidad y amargura del fantasma la asustaba. Tal vez porque era el amor de su infancia. O quizás porque deseaba cambiar su vida totalmente, dejar la música y la Opera. Y es que me resulta muy extraño que Christine quiera casarse lo que en esa época conlleva también abandonar tu vida anterior justo cuando ha alcanzado el reconocimiento y está en el camino para convertirse en una cantante de renombre. Eso me hace pensar que realmente no lo deseaba y que como Erik a pesar de contar con unas dotes extraordinarias solo deseaba tener una familia y ser una persona como todo el mundo. Si se arrepintió o no es un misterio. Att. Menxudis

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